Julio Alberto Soto Hernández, SDB
Conocí al Padre Julio Soto para el 1976 cuando ingresé con 14 años a ITESA en el taller de Electrónica.
Doy Gracias a Dios, María Auxiliadora y a Don Bosco por ponerme al querido Padre Julito en mi camino, que hoy aún con vida y salud vive con nosotros ya retirado y descansando aquí en ITESA, donde aún soy Maestro.
Padre Julito como cariñosamente le decimos todos los que hemos sido sus alumnos e hijos.
Somos privilegiados de tenerlo en nuestras vidas. No solo me refiero a los jovencitos del entonces 1976-80 "Los Dinotrones" que ya estamos pasados de los 50 años cada uno, sino a todas esas promociones de estudiantes de Mecánica, Artes Gráficas, Electricidad y Electrónica que lo tuvieron como Director y Maestro a partir del 1976.
Nos a sido imposible no amarlo, nos trataba de modo afable y benevolente, pero nos corregía y nos aconsejaba con firmeza y con respeto.
Él se nos se entregó como Don Bosco a sus muchachos y al igual que él nos dio un oficio para vivir y progresar. Estamos todos muy agradecidos.
Lo que sembró en nosotros germinó, porque hoy son todos ellos hombres de familia, de bien y de trabajo.
Personalmente conozco hoy a esos jóvenes del ayer y puedo asegurar sin miedo a equivocarme que el total de ellos son Católicos Cristianos salvo pocas excepciones de evangélicos, nuestros hermanos en Cristo.
RECORDANDO EL PERIODO 1976-1980
Doy Gracias a Dios, María Auxiliadora y a Don Bosco por ponerme al querido Padre Julito en mi camino, que hoy aún con vida y salud vive con nosotros ya retirado y descansando aquí en ITESA, donde aún soy Maestro.
Padre Julito como cariñosamente le decimos todos los que hemos sido sus alumnos e hijos.
Somos privilegiados de tenerlo en nuestras vidas. No solo me refiero a los jovencitos del entonces 1976-80 "Los Dinotrones" que ya estamos pasados de los 50 años cada uno, sino a todas esas promociones de estudiantes de Mecánica, Artes Gráficas, Electricidad y Electrónica que lo tuvieron como Director y Maestro a partir del 1976.
Nos a sido imposible no amarlo, nos trataba de modo afable y benevolente, pero nos corregía y nos aconsejaba con firmeza y con respeto.
Él se nos se entregó como Don Bosco a sus muchachos y al igual que él nos dio un oficio para vivir y progresar. Estamos todos muy agradecidos.
Lo que sembró en nosotros germinó, porque hoy son todos ellos hombres de familia, de bien y de trabajo.
Personalmente conozco hoy a esos jóvenes del ayer y puedo asegurar sin miedo a equivocarme que el total de ellos son Católicos Cristianos salvo pocas excepciones de evangélicos, nuestros hermanos en Cristo.
RECORDANDO EL PERIODO 1976-1980
Puedo decir que conocí
a través de él a Don Bosco, del cual nunca había escuchado.
Mucho tiempo
después, lo que estudie y aprendí de Don Bosco lo sentí reflejado en mi
queridísimo Padre Julito, había que verlo acompañándonos en el patio, se les
acercaba a todo aquel que no estaba participando y de una forma afable y
amigable los comprometía a divertirse, no se como le daba el tiempo, pues era
el administrador y Director y estaba atento a otros afanes propio de su cargo,
pero si pasaba por el pasillo y se encontraba con un solitario, inmediatamente
lo abordaba para bien del muchacho, se sabia el nombre de todos y la historia personal y familiar de todos.
En ese tiempo había
comedor y nadie que se quedaba sin comer por tener sus cuotas atrasadas, él
mismo se lanzaba a buscar patrocinio y de paso adquiría equipos para equipar
didácticamente a los talleres, tenia una visión de futuro tecnológico como
nadie en ese tiempo, eso le hizo ganar el titulo de “Apóstol de las Máquina para el bien de los jóvenes".
Cuando tocaban
los retiros, no permitía que nadie se quedara por falta de dinero.
En las
celebraciones siempre nos animaba para cantar hasta tumbar el techo, a cada uno
se nos paraba al lado y nos insinuaba
que alzáramos la voz.
Sus canciones
preferidas los eran “Don Bosco te llaman cual Padre y Pastor, legiones inmensas
con himnos de amor……” y “Una espiga dorada por el sol……”.
En los autobuses
rumbo a Pinalquemado, los alumnos para agradarlo entonábamos estas dos canciones tan alto que el público externo nos escuchaba.
En lo personal
el Padre Julito también me profetizó que sería maestro estando yo aun en el
último nivel de mis estudios, pero me destiné a trabajar siendo él mismo quien
me conseguiría mi primer trabajo con todo y su disgusto, luego pase a la vida
en la Academia Naval y al poco tiempo estaba reportándome con él para ingresar
a ITESA como maestro en el taller de Electrónica en el 1983 , de donde me apodó “EL
GUARDIA” que viniendo de él lo recibí con mucho agrado y honor y así se lo he
hecho saber a mi familia.
Me agrada
recordar que mis difuntos Abuelos Maternos, y mi difunta madre estimaban y
respetaban sobre manera al Padre Julio, además lo siguieron hasta el final por
la misa dominical del canal 4. de la TV dominicana.
Solo espero que otros hagan sus aportes de sus experiencias con el Padre Julito como un tributo de agradecimeinto y para la historia.
Gracias Don Bosco por él, que Dios y María Auxiliadora Bendigan al Padre Julio Soto dandole larga vida saludable y prosperidad en su apostolado. Amén
Solo espero que otros hagan sus aportes de sus experiencias con el Padre Julito como un tributo de agradecimeinto y para la historia.
Gracias Don Bosco por él, que Dios y María Auxiliadora Bendigan al Padre Julio Soto dandole larga vida saludable y prosperidad en su apostolado. Amén